Para inicios de 2026, el uso de facturas electrónicas y digitales será obligatorio para todos los contribuyentes activos, según informó Óscar Orué, titular de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT). Actualmente, solo 15.000 contribuyentes utilizan este sistema.
La Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) ha confirmado que, para el año 2026, los 800.000 contribuyentes activos en el país deberán migrar al sistema de facturas electrónicas y digitales. Óscar Orué, titular de la DNIT, adelantó que el organismo trabaja para que el uso de estos documentos sea obligatorio a más tardar a principios de ese año.
Orué precisó que actualmente 5.100 contribuyentes utilizan factura electrónica y unos 10.000 utilizan facturas virtuales. Sin embargo, el objetivo para este año es incrementar significativamente esa cifra. «Este año el objetivo es llegar a 30.000 contribuyentes con facturas electrónicas; si logramos esto será muy importante», aseguró el funcionario en una entrevista con radio Monumental 1080 AM.
El plan incluye que todas las empresas se adapten gradualmente a las aplicaciones electrónicas, sin dejar de lado a aquellas que han solicitado prórrogas. “La idea es que sea obligatorio para fin del año que viene o principios del 2026, que sea totalmente obligatorio, por lo menos de capital, Central y las cabeceras departamentales”, destacó Orué.
Para asegurar la seguridad de los datos de los contribuyentes, la DNIT ha adquirido un servidor propio con el objetivo de evitar vulnerabilidades frente a posibles ataques cibernéticos. Además, este nuevo sistema permitirá un mejor control y trazabilidad de las operaciones fiscales, según confirmó el titular de la institución.
En cuanto a la diferencia entre los tipos de facturas, Orué explicó que la Factura Virtual es un comprobante de venta emitido a través del Sistema Marangatu, mientras que la Factura Electrónica es un Documento Electrónico (DE) que incluye firma digital y está estructurado en formato XML, un lenguaje de programación que permite presentar los datos en un formato de texto organizado.
La implementación de este sistema busca modernizar el control tributario del país y optimizar los procesos para todos los contribuyentes.
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